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El filo de un buen cuchillo no solo es su esencia: también es el reflejo del cuidado que recibe.
En esta guía te enseñamos cómo afilar tu cuchillo correctamente, cuidar su filo y adoptar buenas prácticas de corte para prolongar su vida útil.

 


¿Cómo afilar tu cuchillo correctamente?

Mantener el filo de tu cuchillo en óptimas condiciones requiere técnica y las herramientas adecuadas.

Pasos para un afilado efectivo:

-Herramienta recomendada: Usá una piedra de afilar de grano 1000/3000 o un afilador manual de buena calidad.

-Preparación: Si utilizás piedra, sumergila en agua durante 5 a 10 minutos antes de comenzar

-Ángulo correcto: Afilá manteniendo un ángulo constante entre 15° y 20° respecto a la piedra.

-Movimiento: Deslizá la hoja de punta a cabo, como si “cortaras” la piedra, con movimientos suaves y controlados.

-Equilibrio: Alterná los lados de la hoja, realizando la misma cantidad de pasadas por cada lado.

-Pulido final: Terminá el proceso usando una piedra de grano fino para suavizar y perfeccionar el filo.

 


¿Cómo cuidar el filo de tu cuchillo día a día?

Un buen afilado necesita ser acompañado por hábitos de uso y mantenimiento que protejan la hoja.

Recomendaciones para conservar el filo:

-Superficie de corte adecuada: Usá siempre tablas de madera o plástico. Evitá cortar sobre mármol, vidrio o superficies metálicas.

-Uso correcto del cuchillo: No utilices cuchillos finos para cortar huesos, alimentos congelados o materiales muy duros.

-Limpieza cuidadosa: Lavá el cuchillo a mano con agua tibia y detergente suave. Secalo inmediatamente después de cada uso.

-Almacenamiento seguro: Guardá el cuchillo en fundas protectoras, bloques de madera o imanes de cocina, evitando el contacto suelto con otros utensilios.

 


¿Cómo cortar correctamente para prolongar el filo?

El modo en que cortás también influye en la durabilidad del filo de tu cuchillo.

Técnicas de corte recomendadas:

-Deslizá, no golpees: Utilizá movimientos suaves y deslizantes, evitando los golpes secos o hachazos.

-Usá toda la hoja: Aprovechá desde el talón hasta la punta del cuchillo para repartir el desgaste de manera uniforme.

-Dejá que el cuchillo trabaje: Mantené el ángulo natural del corte, sin forzar la hoja.

-Frente a resistencia: Si encontrás alimentos duros o resistentes, utilizá técnicas alternativas como el corte serrado o el golpeteo suave.

 


Prácticas que debés evitar para proteger el filo

Algunas acciones comunes pueden dañar seriamente la hoja de tu cuchillo:

-No usar la hoja como palanca: Evitá girar o forzar el filo para separar alimentos duros o cortar huesos.

-No cortar en el aire: Siempre apoyá los alimentos sobre una tabla firme y segura.

-No arrastrar el filo sobre la tabla: Si necesitás mover los alimentos, usá el lomo del cuchillo en lugar del filo.

-No utilizar el cuchillo para otras funciones: Evitá usarlo como destornillador, abrelatas o espátula.

 


Aunque el acero inoxidable y el acero al carbono son resistentes, ambos pueden oxidarse si no se cuidan correctamente:

 

¿Por qué aparecen manchas de óxido?

-Acero inoxidable: Aunque contiene cromo que lo protege, puede oxidarse si queda húmedo, se expone a sal o ácidos, o se guarda sin secar.

-Acero al carbono: Es más susceptible al óxido porque no tiene esa capa protectora. Basta con agua, humedad del ambiente o restos de comida para que oxide.

 

¿Cómo quitar las manchas de óxido?

-Bicarbonato + agua: Hacer una pasta, frotar suavemente con un paño o esponja suave.

-Limón + sal: Ideal para óxidos ligeros. Dejar actuar unos minutos y frotar.

-Vinagre blanco: Sumergir la zona oxidada o aplicarlo con un paño y dejar actuar.

-Lana de acero fina o goma de óxido (para casos más severos): Siempre con cuidado para no rayar el filo.

 


Conclusión

Un cuchillo bien afilado y cuidado no solo mejora tu experiencia en la cocina, sino que también garantiza mayor seguridad y precisión en cada corte.

Invertir tiempo en el cuidado de tu cuchillo es invertir en calidad, durabilidad y en el placer de cocinar.
Aplicá estos consejos y disfrutá de un filo impecable por mucho más tiempo.